Entidades energéticas:
cómo detectarlas y protegerte

¿Qué es una entidad negativa
y por qué te interesa este tema?

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Cuando hablamos de entidades negativas, nos referimos a presencias energéticas que interfieren en tu bienestar físico, emocional o espiritual.

Estas entidades pueden habitar lugares, adherirse a personas o incluso manifestarse en momentos de baja vibración, alimentándose de emociones densas como el miedo, la tristeza o la ira.

Lejos de ser un tema de películas de terror, comprender qué son y cómo actúan puede cambiar radicalmente tu vida.

¿Por qué te interesa este tema? Porque su influencia muchas veces es sutil, invisible, pero profundamente real. Detectarlas y saber cómo protegerte no solo es una cuestión de curiosidad, sino de salud energética y empoderamiento personal.

Cómo saber si eres víctima de un ataque energético
por parte de una entidad

Detectar un ataque energético puede ser desafiante, pero existen métodos que te ayudarán a identificar si estás siendo afectado por entidades negativas. A continuación, presentamos tres enfoques que puedes utilizar:

Estos métodos no solo te permiten identificar un posible ataque energético, sino también entender su origen y cómo abordarlo desde una perspectiva espiritual.

Clasificación de las entidades negativas
según su nivel de inteligencia

Para identificar la presencia de posibles entidades, es importante saber que estas pueden clasificarse según su inteligencia y grado de acción.

Entidades de baja inteligencia

Son energías densas que se han formado a partir de emociones o acciones humanas, pero sin una conciencia clara ni intención propia. No tienen voluntad de hacer daño, pero su sola presencia puede interferir en nuestro equilibrio. Son como residuos tóxicos que quedan en el campo energético de una persona o lugar.

A continuación, encontrarás tres ejemplos de este tipo de entidades:

  • Larvas astrales
    Se generan a partir de emociones de baja vibración (miedo, ira, tristeza prolongada). Se adhieren al aura o a ciertos espacios, alimentándose de la energía vital disponible. Son comunes en ambientes densos, en personas agotadas emocionalmente o en objetos con mucha carga emocional.
  • Formas pensamiento negativas
    Cada pensamiento tiene una forma energética. Cuando repetimos pensamientos negativos constantemente (como “no sirvo para nada” o “todo me sale mal”), estos pueden condensarse en formas que se adhieren al campo energético. No piensan ni actúan por sí mismas, pero sostienen un patrón que baja tu vibración.
  • Energías residuales de espacios
    Cuando ocurre un evento traumático en un lugar (violencia, sufrimiento, enfermedad prolongada), puede quedar impregnada una “huella energética”. Esta energía no es consciente, pero crea una atmósfera pesada. A menudo se percibe como incomodidad en ciertas habitaciones o pesadillas al dormir en un sitio concreto.

Entidades de mediana inteligencia

Estas entidades tienen un cierto grado de conciencia y buscan interactuar con el entorno. Suelen alimentarse de emociones humanas, especialmente el miedo, la tristeza o la confusión. A diferencia de las anteriores, estas entidades pueden influir activamente en pensamientos, decisiones y dinámicas familiares.

Aquí tienes tres ejemplos de lo que pueden ser este tipo de entidades:

  • Espíritus desencarnados apegados
    Algunas almas no han completado su tránsito y, por miedo, apego o confusión, se adhieren a personas o espacios. Aunque muchas no tienen mala intención, con el tiempo pueden volverse una carga energética. A menudo causan cansancio, emociones ajenas o cambios de ánimo sin explicación.
  • Vampiros energéticos
    El vampirismo energético puede manifestarse como una actitud humana o como una entidad sutil. En su forma más común, se trata de personas que, de forma inconsciente, drenan la energía vital de quienes las rodean mediante quejas constantes, manipulación emocional o dependencia afectiva. Sin embargo, también existen vampiros energéticos en el plano astral: entidades que se alimentan del desgaste emocional y se adhieren al aura de quienes mantienen una vibración baja o relaciones tóxicas. Ambas formas buscan lo mismo —energía ajena para sostenerse— y pueden generar agotamiento persistente, confusión o desánimo sin causa aparente.
  • Entidades errantes del bajo astral
    Son conciencias que habitan planos sutiles densos y que, sin un propósito definido, buscan lugares donde aferrarse. Se sienten atraídas por ambientes desordenados, violentos o emocionalmente inestables. Pueden provocar alteraciones en el sueño, pesadillas frecuentes, o una sensación de opresión constante en el ambiente. Aunque no son completamente inteligentes, tienen la capacidad de percibir debilidades energéticas y utilizarlas para mantenerse ancladas en el entorno.

Entidades de alta inteligencia

Este tipo de entidades son altamente conscientes, manipuladoras y estratégicas. Tienen un propósito específico y saben cómo interferir sutilmente para lograrlo. Son poco frecuentes, pero muy poderosas. No se presentan como oscuridad evidente: pueden disfrazarse de luz, guía o ayuda.

A continuación, tienes tres ejemplos de este tipo de entidades:

  • Entidades que se hacen pasar por guías
    Algunas entidades se disfrazan como supuestos “guías” espirituales y se infiltran durante canalizaciones, meditaciones o sueños. Al principio pueden parecer benévolas, pero poco a poco siembran confusión, dependencia o distorsiones del mensaje espiritual. Suelen hablar con grandilocuencia o promover dogmas rígidos.
  • Entidades arcontes o manipuladoras dimensionales
    Estas entidades han sido descritas en muchas tradiciones místicas (gnosticismo, chamanismo, nuevas corrientes cuánticas). Se dice que interfieren en la evolución del alma humana, alimentándose del miedo colectivo y la desconexión. Operan a nivel psíquico, emocional y simbólico. Son difíciles de detectar si no estás bien anclado en tu ser.
  • Entidades abducentes
    Estas entidades provienen de planos no humanos y tienen una inteligencia muy avanzada. Se manifiestan principalmente en estados alterados de conciencia, como el sueño o la parálisis del sueño, donde pueden intervenir sin ser detectadas fácilmente. Suelen generar experiencias de abducción energética, creando escenarios ilusorios o implantes sutiles con el fin de manipular el campo vibratorio de la persona.

¿Por qué se sienten atraídas por algunas personas?

Las entidades negativas no actúan por casualidad ni por simple maldad: se manifiestan cuando detectan una fisura en nuestro campo energético. Estas presencias se sienten atraídas por estados de baja vibración y emociones densas como el miedo, la culpa, la ira o el dolor emocional prolongado. Estas emociones bajan nuestra frecuencia y debilitan la energía vital, lo que abre puertas invisibles por las que pueden entrar e interferir.

Una vez dentro de nuestro campo, pueden alterar pensamientos, amplificar emociones destructivas, generar confusión mental o provocar un agotamiento físico y emocional sin causa aparente.

Ahora bien, ¿por qué algunas personas parecen ser más vulnerables que otras? Las entidades negativas no pueden invadir un campo energético fuerte, limpio y centrado. Sin embargo, se sienten especialmente atraídas por las siguientes condiciones:

  • Campos áuricos debilitados
    Cuando nuestra aura —la capa energética que protege nuestro cuerpo físico— se encuentra dañada o fragmentada (por estrés crónico, enfermedad, falta de descanso o exposición a ambientes densos), pierde su capacidad de actuar como escudo natural. Las entidades perciben estas fisuras y las utilizan como puntos de entrada.
  • Adicciones (alcohol, drogas, relaciones tóxicas, tecnología)
    Las adicciones reducen drásticamente la vibración del campo energético y generan bucles de pensamiento y emoción que nos desconectan de la conciencia presente. Estos patrones repetitivos dejan al sistema abierto y permeable, creando un entorno ideal para que entidades externas se instalen y se nutran del desequilibrio.
  • Estados emocionales crónicos de baja vibración
    Emociones sostenidas como la tristeza, el resentimiento, el miedo o la frustración no solo afectan la salud física y mental, sino que también modifican la frecuencia de nuestro campo sutil. Cuando estas emociones se vuelven crónicas, crean un terreno fértil para presencias que vibran en la misma frecuencia.
  • Heridas no sanadas (traumas, duelos, abusos)
    Las heridas profundas que no han sido reconocidas ni integradas —especialmente aquellas originadas en la infancia o en momentos de gran vulnerabilidad— dejan abiertas “puertas emocionales”. Estas heridas actúan como imanes energéticos que atraen entidades que se alimentan de ese dolor no resuelto, afectando tanto la estabilidad emocional como el equilibrio espiritual.
  • Prácticas espirituales sin protección
    Abrirse al mundo espiritual sin preparación adecuada (como canalizaciones improvisadas, rituales copiados sin comprensión, o invocaciones realizadas sin protección energética) puede abrir portales que permiten el ingreso de presencias del bajo astral. Estas entidades pueden presentarse disfrazadas de guías, usar la curiosidad o el ego como anzuelo, y quedarse pegadas al campo energético del practicante.
  • Magia o ataques energéticos de otras personas
    Aunque menos frecuente, también puede haber intervención externa. Algunas personas, de forma consciente o no, pueden enviar energías densas hacia otros a través de rituales, envidias intensas o actos de manipulación energética. Estos actos, conocidos como magia negra, mal de ojo o ataques psíquicos, pueden debilitar el campo energético de la persona objetivo, facilitando la entrada o la activación de entidades negativas que vibran en esa intención.

Es fundamental entender que nada de esto es un castigo. No estás siendo “castigado por el universo” ni has hecho algo mal. Lo que sucede es que tu campo está emitiendo una señal que ciertas entidades reconocen y aprovechan. Y esto, más que un motivo de miedo, debe ser una llamada clara a recuperar tu soberanía energética.

Técnicas y métodos para liberar entidades negativas

A lo largo del tiempo, diferentes tradiciones espirituales y terapias energéticas han desarrollado herramientas poderosas para liberar entidades negativas del campo personal o de los espacios. Estas prácticas actúan en distintos niveles —emocional, energético, espiritual y físico— y pueden aplicarse de manera individual o combinada, según las necesidades de cada persona. Aquí te presento una visión general de los principales enfoques disponibles:

El método más efectivo (y subestimado):
elevar tu frecuencia y recuperar tu poder personal

Liberarse de entidades negativas no siempre requiere rituales externos: muchas veces, el acto más poderoso es volver a habitarte plenamente.

Tu campo energético es un reflejo directo de tu estado interno, y cuando hay presencia, coherencia y luz, ninguna energía densa puede permanecer.

Elevar tu vibración no significa forzar una alegría artificial ni huir de tus sombras, sino aprender a sostenerte con honestidad y compasión, incluso en medio del caos. Es sanar tus heridas internas, perdonar, soltar, abrir espacios de verdad emocional.

Cada vez que eliges alinearte con tu alma, decir lo que sientes, cuidar tu cuerpo, respirar con conciencia, estás reforzando tu campo y alejando lo que no te pertenece.

Las entidades negativas no pueden quedarse donde no encuentran alimento: si no hay miedo, culpa, rencor o fuga de energía, simplemente se desvanecen.

Tu energía es tu territorio sagrado. Cuanto más te conozcas, te escuches y te honres, más clara será tu vibración y más fuerte tu escudo natural.

La verdadera protección nace de ese estado: de la certeza de que no necesitas pelear, solo encender tu luz. Y cuando tu luz brilla sin interrupciones, todo lo que no vibra en esa frecuencia se disuelve, porque ya no tiene a dónde aferrarse.

Acompañamiento y guía profesional

Las herramientas que hemos presentando no solo son efectivas, sino también accesibles de forma autónoma, y pueden adaptarse a tu propio camino espiritual.

Sin embargo, en algunos casos, pueden presentarse resistencias a la hora de comenzar un proceso de limpieza y sanación profundas. Estas resistencias proceden tanto de la entidad misma, cuyo objetivo, obviamente, es no perder su fuente de energía, como del ego mismo, que suele ser reticente a romper equilibrios establecidos (por muy dañinos que sean).


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Comentarios

Una respuesta a «Entidades energéticas: cómo detectarlas y protegerte»

  1. Avatar de Elina
    Elina

    Hola Gilda! Creo que estamos hechos de Luz y sombra, pero todo ésto tiene que ser visto cómo lo natural del ser humano. Y cuando tomamos conciencia es ahí el momento en el que podemos comenzar a reconocer, cuando una Energía es de alta o baja vibración! Y ésto conlleva a reconocer que tenemos guías/guardianes/Ángeles/Maestros o seres trascendidos que vienen ha acompañarnos en ésta experiencia humana. El tema es muy amplio y rico en experiencias, pero solo uno tiene el poder de descubrirlo, y es sólo desde reconocerte y aceptar quién sos. Gracias! 🙏

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